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Foto del escritorVirgilio Rojo

Vidal Brujan narra vicisitudes atraviesan peloteros de ligas menores



SANTO DOMINGO (William Aish).- La vida de los peloteros de ligas menores no es color de rosa como muchas personas la ven desde afuera. Desde llegar antes de las 7 de la mañana a un estadio de béisbol para jugar un partido de la una de la tarde sin saber a qué hora van a comer ni a salir del recinto, además de que los sueldos son pírricos; se paga a los clubbie (personal que se encarga de poner todo listo a los peloteros en el club house), la renta, comida, el transporte, entre otros gastos que incurren a los jóvenes peloteros son temas que la gente desconoce, según narra Vidal Brujan, en un instagram Live con el editor deportivo de El Nuevo Diario.


Brujan, quien recibió un bono de 15 mil dólares por la firma hace cinco años, recibió el dinero un año más tarde, por lo que incurrió en préstamos y en ayuda de amigos para subsistir. “Esto no es un cachú como se dice en buen dominicano. Cuando firmas tienes que pedir prestado, porque el bono no llega a tiempo. En lo personal me lo dieron un año después”, declaró Brujan, de 22 años y nativo de San Pedro de Macorís.


“Al inicio es difícil por la poca experiencia cuando viajamos. A nosotros nos educan, aunque algunos no quieren, es como aprendes o aprendes, pero al final esto es una escuela”, añade el jugador que tiene 5 años militando con la organización de los Rays de Tampa. “Un pelotero de liga menor a las 5 de la tarde no ha comido, solo el desayuno de las 7 de la mañana. Es una costumbre vivir en terreno de juego, todo eso por un sueño. Esto no es fácil, pero al final uno hace lo que a uno le gusta”, exterioriza, no obstante dice que por el cansancio a veces llegan a casa y no comen, se duermen y cenan más tarde. “Es que llego explotado y ni deseos de cocinar tengo. Imagínense ese sol en Florida y Arizona. Con qué deseo de hacer comida uno tiene”, se pregunta. Además de que la comida no es de agrado, porque en la mayoría es americana. “Yo desayuno a las 7 de la mañana y vuelvo a comer a las 11 de la noche. Resisto por el gatorade”, revela. Los sueldos Los jugadores de ligas menores cobran quincenal entre 300 y 400 dólares. El mejor sueldo es el de Triple A, que los peloteros perciben unos 1600 dólares al mes. “La gente ve a un pelotero firmado y cree que uno tiene dinero. Ve a uno en una jeepeta y piensa que somos ricos, pero no es así. Uno coge lucha y tiene cosas materiales con sacrificio y hasta con prestamos”, explica Brujan, quien con lo poco que consigue le manda a su madre. Por la pandemia no se ha jugado pelota oficial ni en MLB ni en ligas menores, por lo que los peloteros no iban a percibir dinero, sin embargo, Major League Baseball anunció a final de marzo que ha extendido la iniciativa de apoyo económico a los jugadores de Ligas Menores hasta el 31 de mayo o hasta el comienzo la campaña de liga menor — cualquiera que ocurra primero. Nadie creyó en él Narró en el conversatorio que solo sus padres creyeron en él antes de firmarlo, y hasta el mismo pensó en dejar el béisbol por los obstáculos que atravesó. “En el penúltimo “tryout” que lo hice en los Yankees me sentí listo para firmar, porque uno de los scout del equipo me quería, pero el jefe no. Cuando sentí eso me fui a casa desbastado”, detalló. Al tiempo que gracias a su madre le dio ánimos y un domingo en San Pedro los Rays de Tampa lo vieron, hizo un 6-7 corriendo y dos días después lo llamaron. “No vi el bono, vi la oportunidad”, subrayó. “Con el dinero que llegó un año después ayudé a remozar la casa de mi mamá y aquí vivimos todos”, añadió. Insistió en las precariedades por lo que a travesó, ya que en ese tiempo mientras llegaba el bono pedía “empujón o bola”, porque no tenía dinero. “Siempre tuve un amigo de un amigo que no daba bola, mi mamá cogió prestamos, cogí mucha lucha, pero todo por el sueño”, declara. Jugar con los Toros Brujan, quien fue el primer pick del draft del 2018, elegido por los Toros del Este quiere jugar con los Toros para la temporada 2020-2021. Debutó en Lidom en el 2018 y solo participó en tres partidos. “Fue algo grandioso debutar en Lidom, recuerdo a Jordany Valdespín quien me decía ese día que era un juego más”, rememoró. Dice que no pudo jugar la temporada pasada porque Tampa le mandó a la Liga de Desarrollo de Arizona. Espera debutar con el equipo grandes esta temporada, aunque sea en la parte final. Entre 2018-2019 en ligas menores se ha robado más de 90 bases. En su historial ha bateado en una oportunidad más de 300 puntos de promedio. “Ellos Tampa esperan que yo me siga desarrollando. En el Spring Training el dirigente Kevin Cash le gustó mi trabajo, pero solo tengo que esperar”, indicó, al tiempo que agradeció a Rodney Linares el trato con él en marzo en los entrenamientos.

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