Duckhee Lee entró este lunes en la historia del tenis. Este surcoreano de 21 años se convirtió en el primer jugador sordo en participar en un torneo ATP y debutó además consiguiendo la victoria ante el suizo Henri Laaksonen. En el deporte de la raqueta, el sonido tiene un papel fundamental (desde los avisos de los jueces de línea hasta los golpes del rival), por lo que este joven se ha encontrado con numerosas dificultades para hacerse un hueco en la élite.
Lee superó la primera ronda del Abierto de Winston-Salem (Carolina del Norte, EE.UU.) derrotando al suizo Henri Laaksonen por 7-6 y 6-1.
“La gente se burló de mí por mi discapacidad. Me dijeron que no debería estar jugando. Definitivamente ha sido difícil llegar hasta aquí, pero mis amigos y familiares me ayudaron a superarlo. Quería mostrarles a todos que era capaz”, explicó el joven de 21 años al acabar el partido.
A Lee le diagnosticaron su sordera cuando tenía 2 años. Sus padres lo llevaron al médico porque el pequeño no respondía con estímulos cuando le hablaban y entonces descubrieron su discapacidad. Pese a ello, sus progenitores quisieron que realizara la educación primaria en un colegio y no en un centro especializado para que se integrara con el resto de niños.
A los 7 años comenzó a jugar al tenis y se enamoró de este deporte. Pronto comenzó a demostrar que tenía nivel para dedicarse a él ganando varios torneos para niños en su país. A los 14 debutó en el circuito Futures y logró su primer punto ATP.
Antes de cumplir los 18, ya había ganado ocho títulos en el circuito Futures y había alcanzado dos semifinales y una final de torneos del ATP Challenger Series, éxitos que le permitieron entrar en el top 250 del ranking mundial.
En el tenis, los sonidos juegan un papel fundamental, lo que complica mucho las cosas a Lee. El joven no puede escuchar los avisos de los jueces de línea o del árbitro ni los golpes de su rival. “Solo me concentro en la pelota y en los gestos de mi oponente”, cuenta.
El surcoreano tampoco conoce el lenguaje de signos, pero su madre le enseñó a leer los labios en su idioma. También utiliza el papel o el móvil para comunicarse, especialmente su entrenador, que muchas veces le envía por mensaje las instrucciones.
Después de unos años complicados en los que no consiguió superar las fases de clasificación de varios torneos ATP, incluidos 11 Grand Slam (en 2017 y 2018 se quedó a una victoria de entrar en el Abierto de Australia), este 2019 ha recuperado su mejor nivel. En junio disputó la final de un Challenger en Estados Unidos, lo que le permitió acceder directamente al cuadro principal de Winston-Salem.
Llegar al torneo ya era un hito para Lee, que actualmente ocupa el puesto 212 de la ATP, pero la victoria le dio aún mayor brillo a su gesta. Este martes se medirá en la segunda ronda del torneo al polaco Hubert Hurkacz, cabeza de serie número 3. “Voy a dar lo mejor de mí y ya veremos lo que pasa”, dijo sobre el partido.
Su sueño es alcanzar algún día el top 100 de la ATP, aunque pase lo que pase, el nombre de Duckhee Lee quedará grabado para siempre en la historia del tenis y ya se ha convertido en un auténtico ejemplo de superación.
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