Una pieza de sabiduría que el coach de bateo auxiliar de los Indios, Víctor Rodríguez, aprendió del retirado cañonero dominicano David Ortiz ha sido clave en la evolución de uno de los bateadores a su cargo ahora mismo: El quisqueyano Carlos Santana.
Antes de incorporarse al cuerpo de instructores del manager Terry Francona en noviembre del 2017, Rodríguez pasó cinco años como coach de bateo auxiliar en los Medias Rojas. En ese tiempo, el boricua trabajó con Ortiz, quien pregonaba la importancia de tener una rutina para prepararse mentalmente para los juegos.
“[Santana] es bien fanático de David y yo estuve con David muchos años”, dijo Rodríguez. “David me lo decía, que el pelotero que no tiene rutina, es difícil que tenga [éxito]. Entonces, eso influyó. Yo le dije [a Santana] que si tenía una rutina consistente, que trabajara para él y que diariamente, no importara lo bueno o lo malo que le fuera en la temporada, se quedara con la rutina, iba a hacer bien.
“Desde los entrenamientos empezamos a hacer la rutina que es simple, más bien para mantenerlo en el medio del terreno. Y se ha quedado. Hasta en los momentos que no se ha sentido bien, se ha quedado y gracias a Dios ha salido más rápido”.
Aunque siempre ha producido con el bate, Santana, quien se encuentra en su décima temporada de Grandes Ligas, disfruta de su mejor campaña como ligamayorista ahora mismo. El veterano de 33 años, cuyo promedio de por vida es de .251, llegó a la acción del miércoles bateando .292 con un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .958, a la vez que ha empalmado 30 cuadrangulares. Su WAR (victorias por encima del reemplazo) de 4.5, según Baseball Reference, es el mejor de su carrera para una temporada. También fue convocado a su primer Juego de Estrellas este año, como inicialista titular por la Liga Americana.
“Ha sido nuestro bateador más consistente desde el primer día de los entrenamientos”, dijo Francona.
El propósito principal del plan de ataque que ha implementado Santana, explica Rodríguez, es lograr que el bateador ambidiestro conecte más batazos duros por el medio del terreno en lugar de jalar la bola buscando jonrones. Los números indican que ha obtenido buenos resultados en ese sentido. Según Fangraphs, de las bolas que Santana ha puesto en juego este año, 36.5% han sido al jardín central, el índice más alto de su carrera. A la vez, ha jalado solamente 44.6% de las bolas que ha puesto en juego, una mejoría para un bateador cuyo índice de por vida en ese sentido es de 51.6%.
Además, un 44.6% de los batazos de Santana han sido de contacto duro, que también es su índice más alto desde que llegó a la Gran Carpa.
“No está tratando de [jalar], no está tratando de hacer mucho, sino [batear] para el medio del terreno y ajustarse a donde venga el pitcheo”, dijo Rodríguez.
Santana reconoce que al principio era reacio a establecer una rutina, pero está agradecido con Rodríguez por haberle insistido.
“Me empujó para que yo creara una rutina, ya que yo no quería”, dijo Santana. “Estaba siempre guapo con él. Me convenció. Y fue lo mejor para mí”.
Santana también considera que lo ayudó el haber comenzado su programa invernal en noviembre, poco después de regresar de la Serie de Estrellas en Japón. En años anteriores, Santana no comenzaba a entrenar hasta el 15 de diciembre más o menos.
“Trabajé temprano en la preparación mía,” dijo Santana. “Antes lo hacía tarde y cuando ya iba al Spring Training tenía que hacerlo todo rápido”.
El haber regresado a Cleveland después de un año difícil en Filadelfia también ha incidido. Luego de pasar las primeras ocho temporadas de su carrera de Grandes Ligas con la Tribu, el oriundo de Santo Domingo firmó un contrato de tres años y US$60 millones como agente libre con los Filis previo a la campaña del 2018.
En 161 juegos por Filadelfia, Santana bateó apenas .229 con un OPS de .766. Y según un informe de ESPN, hubo un momento en septiembre en que se sintió tan frustrado por el hábito de sus compañeros de equipo de jugar el videojuego Fortnite durante los partidos mientras el equipo iba en picada que rompió un televisor en el clubhouse con un bate.
“El año pasado fue muy difícil para mí”, dijo Santana. “Una liga nueva, un equipo nuevo, un manager nuevo. Aprendí mucho”.
Santana, el líder indiscutible de los Indios, confiaba en que volvería con la Tribu una vez venciera su contrato con los Filis, hasta el punto de convencer a su esposa a no vender su casa en Cleveland. El camino de regreso fue muy distinto al que imaginó: El pasado invierno, Filadelfia lo canjeó a los Marineros de Seattle, que lo enviaron a los Indios a cambio de compatriota, Edwin Encarnación.
“Me dio ánimo nuevo, una positividad increíble”, dijo Santana de su regreso a Cleveland. “Antes yo no creía en mí, en el talento que tenía”.
Sus compañeros de equipo han notado el cambio.
“Siempre ha sido un buen jugador, pero su preparación mental es mucho mejor este año”, afirmó el torpedero boricua de la Tribu, Francisco Lindor, agregando, “Yo decía que antes él jugaba dos turnos. Él tenía dos turnos buenos y lo demás, pues…Ahora tiene tres a cinco turnos buenos”.
El antesalista dominicano de los Indios, José Ramírez, ha visto a Santana más relajado.
“La actitud de él era un poquito diferente, especialmente cuando tenía un momento malo”, señaló Ramírez, quien se encuentra fuera de acción por una fractura en la mano derecha por la que fue operado. “Era muy diferente. Ahora él está muy cambiado. No se preocupa tanto. Él trabaja. Sabe lo que tiene que hacer. Yo pienso que ha sido como la madurez, también el tiempo. Tal vez aprendió del momento malo que tuvo en Filadelfia”.
Los aportes de Santana han sido claves para Cleveland en una temporada de altibajos. El 2 de junio, la Tribu estaba a medio juego de .500 y a 11.5 juegos de los punteros Mellizos en la División Central de la Liga Americana. Pero ahora mismo, los Indios ocupan el primer Comodín de la Liga American y han reducido su déficit en la división a 3.5 juegos.
Aunque Santana ha cambiado, en muchas formas, Francona ve al mismo jugador que siempre ha conocido y se alegra por ello.
“Se había convertido en el favorito de todo el mundo”, dijo el timonel acerca de Santana. “Cuando digo favorito, simplemente quiero decir que era un muchacho que se daba a querer. Nunca toma días libres, así que los coaches y el manager lo aprecian. Pero en mi opinión, hacía eso antes de irse. Creo que el volver a su hogar le ha hecho bien y ha sido fantástico para nosotros”.
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